lunes, 31 de octubre de 2016

María de Guzmán.La primera mujer que obtuvo en España el título de doctora y la dignidad de académica “honoraria” de la lengua.



María Isidra Quintina de Guzmán y de la Cerda (Madrid, 31 de octubre de 1768 - Córdoba, 3 de febrero de 1803), conocida como la doctora de Alcalá fue la primera mujer que obtuvo en España el título de doctor y la dignidad de académica “honoraria” de la lengua.

Su nombre es habitualmente citado como María de Guzmán, como Isidra de Guzmán o con el apelativo de doctora de Alcalá.


En un tiempo en el que los estudios estaban  vedados a las mujeres, incluso para las de clases más favorecidas, María Isidra recibió una esmerada educación de su preceptor Don Antonio de Almara, quien apreció su “penetración de ingenio” según sus palabras; educación que fue alentada por sus padres.


Así fue como cursó estudios en la Universidad de Alcalá, doctorándose en Filosofía y Letras Humanas, el día 6 de junio de 1785.

María Isidra es un caso único, no sólo por lo insólito de su doctorado en pleno siglo XVIII, sino también porque todo apunta a que se trata de una mente superdotada, aunque oscurecida por las trabas y prejuicios sociales de la época en que nació, así como por la  poca justicia que después le han hecho la investigación y la historia, al igual que ha sucedido con tantas otras mujeres inteligentes, cultas y comprometidas.

Fue nombrada socia "honoraria" de la Real Academia Española, donde pronunció un magnífico discurso, conservado hasta hoy en los archivos de dicha institución (Oración del género eucarístico que hizo a la Real Academia Española la Exc.ma Señora... en el día 28 de diciembre del año de 1784 en que fue incorporada por socia de dicha Real Academia Madrid, Joaquín Ibarra, 1785), así como de la Real Academia de la Historia.

Con autorización del rey Carlos III de España, el 6 de junio de 1785, contando 16 años, recibió en la Universidad de Alcalá, el grado de doctora y maestra en la Facultad de Artes y Letras humanas, además de ser investida con los títulos de Catedrática de Filosofía conciliadora y Examinadora. Disertó sobre un punto de Menandro, glosando su frase: “No hay patrimonio más precioso que la sabiduría”, y la defensa de su tesis fue muy aplaudida, aunque hubo tres doctores en Teología que manifestaron su protesta por escrito.


En 1786 logró entrar en la Sociedad Económica Matritense, en la que con el apoyo de Jovellanos y la oposición de Cabarrús, hizo una versión parcial del agricultor latino Columela en 1787.



Igualmente perteneció desde 1794 a la Junta de Damas de Honor y Mérito obteniendo la banda de la Orden de damas nobles de María Luisa.



Tuvo que pasar un siglo hasta que Martina Castells Ballespí recibiera en Madrid el grado de doctora en Medicina, en 1882.(Ver: Las Pioneras de la Medicina en España.)