miércoles, 2 de marzo de 2016

"Des-Princesamiento" para Niñas




Eres niña o eres niño .La división entre géneros es abrupta y la posibilidad de elección es reducida ferozmente; es lo uno o lo otro, rosado o celeste,  princesa o super héroe, juguetes con ruedas o muñecas. La sociedad en general está limitando el medio social de nuestros hijos e hijas, creando una construcción social binaria. Separándonos.

Y es que no sólo están determinadas las conductas a seguir de las niñas, también  otorga las directrices conductuales de los niños, entregándoles un mensaje claro acerca de las conductas a aspirar.

Los niños tienen como referente la imagen de super héroe -triunfante e invencible-. La fuerza es el valor que prima, la competencia y la frivolidad también. En síntesis la socialización de los niños se basa en lo opuesto de lo femenino, apuntando hacia una constante negación de lo femenino, debido a que lo femenino es sinónimo de inferioridad. Esta estructura de pensamiento no hace más que coartar las posibilidades de nuestras hijas o hijos; generando niños con sensibilidad pobre, dificultad para expresar emociones y con escaso sentido de brindar cuidado a otros.




Educamos niños para dominar, les introducimos el chip de la competencia formándolos más individualistas, más agresivos y violentos. Niños preocupados de probar en todo momento que son aptos para mantener este estatus de masculinidad y que pueden ser “hombres de verdad”.

Por otro lado, las niñas se preparan para satisfacer las necesidades de ellos, deben preocuparse constante y obsesivamente de la apariencia física, se les enseña a centrarse en la moda, a maquillarse y a acostumbrarse a usar pantalones apretados y zapatos incómodos, que lógicamente las ponen en desventaja ante los niños cuando llega el momento de correr o jugar y desplazarse de acuerdo a la exigencia física propia de esta edad.

Las niñas permanecen en un segundo plano de manera inconsciente. Ocupando menos espacio que sus pares niños, permaneciendo invisibles la mayoría de las veces.






Este orden social se fortalece cuando a nuestros hijos e hijas les incentivamos el sexismo, por ejemplo, cuando a los niños les prohibimos jugar con muñecas, vestirse con accesorios de mamá y a las niñitas insistamos en comprarles cuentos, álbumes y cualquier plástico en general que incluya una princesa, que parece feliz y extasiada en ese mundo de brillantes, belleza y perfección.

El entorno en general, políticas educativas, medios de masas, productos de consumo, instituciones sociales, promueven este tipo de crianza de constante antagonismo, por lo que se hace difícil romper con esta estructura.

Pero es necesario analizar qué le estamos entregando a nuestras hijas e hijos como elementos para el juego. Lo lúdico es el espacio para crear y comprender la realidad que tienen los niños y niñas, de ahí la importancia de que las personas a cargo de la crianza de un menor le tomen el peso a esta situación y filtren el mensaje de estos juegos, transformándolo en otro, que apunte hacia la construcción de una masculinidad y femineidad plural. Lejos de la violencia de invencibles super héroes y apartados de los rosados deslumbrantes de princesas de labios rojos e inocentes.(accionfem.wordpress.com)



Para eso la Oficina de Protección de Derechos de la Infancia (OPD) de la Municipalidad de Iquique, Chile, apoyada por el Servicio Nacional de Menores (Sename), está desarrollando un taller denominado "Des-princesamiento" dirigido a niñas de entre nueve y 15 años.

La iniciativa, dirigida por las psicólogas Lorena Cataldo y Jendery Jaldin, buscar fortalecer en las menores el valor del crecer libres de los prejuicios y estereotipos asociados al género, como, para el caso de las princesas, esperar al "príncipe azul".

"Buscamos entregarles herramientas para que crezcan como niñas libres de prejuicios, empoderadas, con la convicción de que son capaces de cambiar el mundo y que no necesitan tener a un hombre al lado para ello", explica el coordinador de la Oficina de Protección de Derechos.

El taller  contempla actividades manuales, canciones y debates donde las niñas reflexionan sobre el concepto de ser mujer, de la belleza y de la felicidad independiente de una relación amorosa, poniendo en cuestión las ideas transmitidas y legitimadas por los cuentos de hadas y las películas de Disney.

"'Desprincesando' espera abrir espacios de discusión con las niñas sobre la desigualdad de género, pero con elementos que ellas puedan identificar, para darles así una oportunidad para incorporar otros elementos en la construcción de su identidad como niñas"


"Nos encontramos con muchas reacciones en redes sociales, muestras de apoyo, además de salir en la prensa, hasta en un diario de Mendoza donde se polemizó el taller, pero eso está lejos de ser así, porque entienden que la tarea de entregar valores es compartida entre las familias y otras instituciones sociales y del Estado"

Para lxs organizadores del taller, es muy inocente pensar que en la construcción de la identidad y valores de una niña no participa la televisión, la escuela, programas sociales, el vecino, el barrio, etcétera.

Creen  que la polémica se genera por la idea de 'desprincesar', ya que toca una imagen cotidiana que está muy incorporada en la tarea doméstica de la identidad de las niñas. Cuestionarlo ha impactado, porque todos alguna vez hemos llamado princesa a nuestras hijas, y deben decir: 'Ahora hay unos locos que dicen que es malo', pero en el taller no decimos que es malo, lo malo está en sólo decirles princesas", argumentan.

El taller aclara que no se trata de que las niñas no vean más películas de princesas, sino que el problema es que no se las muestre en otras actividades. "Nuestro esfuerzo no se compara (con todo el mundo de las princesas), pero sí pone a disposición de las familias y de las niñas una visión, una herramienta, esperamos que con esas ideas puedan ampliar la idea que tienen de sí mismas" (www.elpatagonico.com/insolito-taller-des-princesamiento-ninas)