viernes, 14 de agosto de 2015

Maltratadas



La mexicana Karina Muench  ha decidido denunciar, a través de sus imágenes, el maltrato y la violación de los derechos de las niñas, adolescentes y mujeres, con una propuesta conceptual y un contenido que pretende generar una reflexión, más allá de lo puramente documental. Los retratos, junto con las imágenes de prendas de ropa de mujeres adultas y niñas víctimas del feminicidio, conforman la muestra “El grito del silencio “.En los retratos, cada mujer representa y cuenta su propia historia de violencia, revelando su rostro al público como medio de protesta y denuncia contra la violencia de la cual ha sido víctima. Su objetivo principal es usar el retrato fotográfico como elemento de protesta, denuncia y a su vez testimonio.


Karina Muench  no retrata mujeres con hematomas, le interesa lograr retratos íntimos y reales, que revelen la condición humana de estas mujeres a través de expresiones propias, libres del estigma de la mujer maltratada. Considera que producir imágenes similares a las imágenes sobre mujeres maltratadas que comúnmente se publican en la nota roja o las presentadas por las campañas contra  la violencia hacia la mujer donde la modelo o actriz que representa el rol de la mujer maltratada lleva el rostro extremadamente golpeado, no lleva necesariamente a la reflexión, cree que, por el contrario, re victimiza y al final son imágenes violentas tan comunes y cotidianas que terminan naturalizando aún más la violencia.


De acuerdo a su experiencia en Bolivia y en otros países de Latinoamérica, el tratamiento de la violencia de género en lo medios sigue siendo, en su gran mayoría, tema de nota roja. La difusión sobre los temas de femicidio, asesinatos o maltratos a mujeres o niñas aún no se plantea como una violación a los derechos humanos, la libertad o la dignidad de estas mujeres, no se contextualiza el delito, la mayoría de los medios aprovechan el hecho de manera comercial con la finalidad de ganar audiencia. Los medios pueden ser un elemento muy fuerte, con mucha influencia para combatir y desnaturalizar la violencia, pero lamentablemente en la mayoría de los casos sucede lo contrario.



“Creo que las artes visuales pueden generar una mayor reflexión sobre la problemática de violencia de género en comparación con los medios donde se usan imágenes; una propuesta artística tiene mayor posibilidad no sólo de informar sino de hacer pensar a la gente, mientras que el papel de los medios se reduce a informar. Si mostramos una problemática social como lo es la violencia a través de las artes visuales dentro de una galería o museo, en una pintura, un video o una fotografía, la reflexión y la experiencia del espectador es mucho más profunda, mas intrínseca y personal y por lo tanto más reflexiva”