viernes, 5 de junio de 2015

Ecofeminismo



Françoise d'Eaubonne  adoptó en 1974  por primera vez el término de ecofeminismo para representar el gran potencial de las mujeres al iniciar una revolución ecológica que conllevó nuevas relaciones de género entre hombres y mujeres y otra muy distinta entre los seres humanos y la naturaleza.

Se cree que el ecofeminismo nació como contestación  a la «apropiación masculina de la agricultura y de la reproducción» .Es decir, de la fertilidad de la tierra y de la fecundidad de la mujer, que habría derivado más tarde en el desarrollismo occidental de tipo patriarcal y economicista. Esta apropiación se habría traducido en dos efectos perniciosos: la sobreexplotación de la Tierra y la mercantilización de la sexualidad femenina.



Hay varias corrientes ecofeministas:

Ecofeminismo radical :es la recuperación de los valores matriarcales y la implantación de la cultura femenina, convirtiendo el rol importante que juegan las mujeres en la preservación de la especie en un instrumento de poder para las mujeres y en un activismo ecológico propio.


Ecofeminismo liberal: Considera que el desgaste ambiental es el resultado de la instauración de un modelo de desarrollo economicista que no utiliza los recursos naturales conscientemente y no considera sus impactos negativos sobre el medio ambiente.El ecofeminismo liberal tienen un punto de vista diferente respecto a la explotación de las mujeres, ya que piensan que es el resultado de la situación marginal en la que se les mantiene. Además de pensar que la conexión entre mujeres y medio ambiente no tiene una base biológica. 







Ecofeminismo cultural: se centra en las diferencias biológicas entre hombres y mujeres y establece un vínculo idealista entre la mujer y la naturaleza debido a la posibilidad de las mujeres de dar a luz.

Ecofeminismo libertario: reflexiona que "los problemas medioambientales son exclusivos al patriarcado y al capitalismo que justifica la explotación de la naturaleza mediante la técnica para facilitar el progreso, entendido principalmente como crecimiento económico". Las ecofeministas libertarias proponen la creación de una sociedad socialista libertaria en donde exista una mejor relación entre los géneros, además de una nueva relación con la naturaleza, donde no exista el capitalismo y que garantice una buena calidad de vida para todos y todas. El capitalismo no sólo está afectando a los medios de producción como la agricultura de subsistencia y la artesanía, en donde los hombres y mujeres trabajaban lo mismo pero otorgando un valor menor a las mujeres, si no que ha liberado a los hombres de la naturaleza, otorgándole medios para explotarla para su beneficio valiéndose de la explotación de mujeres.





Todas las corrientes tienen rasgos comunes:
En primer lugar, el ecofeminismo señala que en el orden simbólico patriarcal existen conexiones importantes entre la dominación y explotación de las mujeres y de la naturaleza, aunque dicha relación se interprete de manera distinta de acuerdo con cada enfoque ecofeminista.

En segundo lugar, el ecofeminismo denuncia la asociación que el patriarcado establece entre las mujeres y la naturaleza. Algunas de sus representantes argumentan que la biología de las mujeres, su cuerpo (característica que las capacita para gestar y crear vida), hace que estas estén en una posición de mayor proximidad a la naturaleza, lo que permite su identificación con ella. Según este enfoque, los hombres, guiados por la razón, en oposición a la intuición femenina, pertenecen al mundo de la cultura. Por su capacidad para controlar y transformar la naturaleza, la cultura se considera superior a la naturaleza. Los binomios mujer-naturaleza y hombre-cultura y la superioridad de la cultura sobre la naturaleza en el patriarcado explican que las mujeres sean consideradas inferiores a los hombres.


En tercer lugar, el ecofeminismo considera que la dominación y explotación de las mujeres y la dominación y explotación de la naturaleza tienen un origen común, lo que sitúa a las mujeres en una situación privilegiada para acabar con dicha dominación.






Mujeres ecofeministas pioneras: Louise Michel, Voltairine de Cleyre, Lucy Parsons  Emma Goldman, han tenido una enorme influencia en el ecofeminismo libertario actual. Vandana Shiva, ecofeminista ,fundadora de Navdaya un movimiento social de mujeres para proteger la diversidad y la integridad de los medios de vida, especialmente las semillas. Wangari Maathai, una de las principales figuras del ecofeminismo fundó en 1977 el Movimiento Green Belt (Cinturón Verde) en Kenia, con el cual plantó más de 20 millones de árboles para evitar la deforestación y desertización. Este programa fue llevado a cabo por mujeres, quienes recibían una paga por plantar árboles y así poder mantener a sus hijos. En 1986, el Movimiento instauró una red panafricana (Pan african Green Belt Network). Janet Biehl es una anarquista estadounidense y una de las autoras más destacas de la ecología social y el ecofeminismo libertario. De 1987 a 2000 publicó en coautoría con Murray Bookchin Green Perspectives, luego denominada Left Green Perspectives. Aboga por el municipalismo libertario, la ecología social y el ecofeminismo, y que hasta la fecha tienen una enorme influencia sobre el movimiento libertario. Queremos recordar la experiencia de las mujeres de Greenham Common que durante años se opusieron a la base militar americana con misiles nucleares con el mismo nombre en Inglaterra; las mujeres del movimiento Chipko en el Norte de India, que desde principios de los años setenta se opusieron mediante resistencia no violenta a la explotación comercial de los bosques del Himalaya o la campaña Laxmi Mukti, también en India, promovida por mujeres y que se propone conseguir el acceso de las mujeres a la propiedad de la tierra y, a la vez, la promoción de un sistema de producción agrícola más ecológico en oposición al modelo de la revolución verde predominante en el país.



Me gustaría terminar con la reflexión que aporta esta imagen: