lunes, 20 de mayo de 2013

Las Bacantes.La danza y los ritos de fertilidad


Las Bacantes. Eran mujeres griegas adoradoras del dios Baco, Dioniso o Bromio.  La unión de Baco con el dios Pan le dio un giro feminista debido a los ritos de fertilidad. Las bacantes  realizaban ceremonias secretas en su mayoría prohibidas a los varones. Tanto las matronas como las doncellas subían en procesión a un monte solitario y durante unos días, sin contacto con hombre alguno se lanzaban a un desenfreno de alcohol, misticismo y alucinógenos. Las madres de niños pequeños quedaban al margen. El conocimiento del culto ha llegado hasta nuestros días de la mano de Eurípides y su obra “Las Bacantes”. Eurípides cuenta que pasaban noches enteras bailando desnudas, excitadas en un éxtasis no sólo alcohólico. Se suponía que dichas prácticas fomentaban la fertilidad, y las matronas hacían de sacerdotisas proporcionando alcohol y drogas alucinógenas a las jóvenes. La leyenda afirma que recorrían los bosques insinuándose y lastimando a los hombres que encontraban. La danza de las ménades era el rito central de las ceremonias. Todo ello tenía como objetivo que las mujeres obtuviesen el «entusiasmo»,  la ‘entrada de Dios’, en la iniciada. Las mujeres que creyeran que habían hecho el amor con los dioses se consideraban afortunadas y protegidas.
En Roma las bacanales u orgías se abrieron a todo el mundo, degenerando de tal forma que el Senado las prohibió. Se supone que dichos rituales no desaparecieron completamente y se mantuvieron en la clandestinidad hasta bien entrada la Edad Media, ya que se han encontrado vasijas y pinturas medievales representando los ritos bacantes. La descripción de un aquelarre es muy similar a la de una bacanal.

 

Imagen: Ernest Bieler