viernes, 12 de octubre de 2012

La Malinche.Una mujer de leyenda .La primera mujer intérprete conocida





La Malinche o Doña Marina (Coatzacoalcos, Veracruz, c.1502 - c.1529) Nació en la clase alta de la sociedad mexica.

Fue cedida como esclava al cacique maya de Tabasco después de una guerra entre los mayas de Potonchán y los mexicas de la zona de Xicalango.

Fue dada como tributo siendo todavía niña, por lo que hablaba con fluidez su lengua materna, el náhuatl, y la lengua de sus nuevos amos, la maya. 







Como tal esclava fue regalada a Hernán Cortés el 15 de marzo de 1519 por el cacique Tabscoob, junto con otras 19 mujeres, algunas piezas de oro y un juego de mantas, después de que Cortés derrotara a los tabasqueños en la llamada "Batalla de Centla".

Tras bautizarla e imponerle el nombre de "Marina" fue regalada a su vez a Alonso Hernández Portocarrero, uno de sus capitanes, Cortés descubrió que Malintzin hablaba náhuatl y empezó a utilizarla como intérprete náhuatl-maya, ocupándose Jerónimo de Aguilar (náufrago español que había estado cautivo y que fue rescatado por Cortés en Cozumel) de la traducción maya-español.





Así, con el uso de tres lenguas y dos intérpretes, se llevaron a cabo todos los contactos entre españoles y mexicas, hasta que Malintzin aprendió castellano.Es indudable que, más allá de su servicio como intérprete, Malintzin asesoró a los españoles sobre las costumbres sociales y militares de los nativos, y posiblemente realizó también tareas de lo que hoy llamaríamos "inteligencia" y "diplomacia", jugando un papel importante durante la primera parte de la conquista.

Tuvo un hijo de Cortés, Martín. Posteriormente se casó  con un hidalgo, Juan Jaramillo, de quien se sabe que ella tuvo otra hija, María Jaramillo.




Leyendas sobre La Malinche

Tras esos hechos contrastados, La Malinche acumula un buen número de leyendas, de suposiciones menos comprobables, y de asociaciones más o menos justas al personaje, como puede ser la palabra malinchismo o el considerarla, por muy pocos, primera madre de México. Estas leyendas, suposiciones y asociaciones quizá puedan agruparse en cuatro tipos:

Las relativas a la novelesca historia de su infancia: Nacida en noble cuna. Se cuenta que fue secuestrada y vendida como esclava siendo niña, por un conflicto familiar en el que su madre y su hermano la traicionan; sin embargo, varios historiadores sostienen que fue entregada a un pueblo guerrero por su propio padre, para evitar un conflicto belicoso que amenazaba con destruir su comunidad. Encuentro de la cautiva con el conquistador, que la hace su mujer y la encumbra... Y vuelta a su lugar de nacimiento, donde, en lugar de vengarse de su madre y su hermano, se preocupa porque sean bautizados y los cubre de regalos,... No es de extrañar que algunos cronistas puedan haber exagerado o adornado la historia, que es digna de las novelas de caballerías que los conquistadores adoraban.




Las que aluden a una supuesta historia de amor con Cortés: Seguramente no hubo tal; las relaciones humanas en el siglo XVI no pueden juzgarse con criterios actuales, y menos aún con criterios novelescos. Cortés tuvo un hijo con Malintzin,cuyo nombre fue Martín, pero también tuvo otro con Tecuichpo, la hija de Moctezuma que hubiera sido mujer de Cuitláhuac o de Cuauhtémoc. Posiblemente su relación amorosa con Malintzin fue mucho menos intensa de lo que se quiere a veces suponer.




Las que la culpan de traición a los suyos, de venta de la patria: Es evidente que Malintzin no tenía ninguna patria que vender. Cortés se aprovechó precisamente de que no existiera unidad, y sí gran enemistad, entre los pueblos con los que entraba en contacto. La palabra "malinchismo", con la que se adjetivan las acciones en perjuicio de la propia cultura (sobre todo si además son en beneficio personal), o la preferencia por lo extranjero por el hecho de serlo. Seguramente no fue un sentimiento de los vencidos, y es muy posterior a la conquista.

Las que la señalan como madre fundadora: Malintzin también tiende a evocar el nacimiento de una nueva patria y, en un sentido general, la maternidad. Se la asocia, por ejemplo, a la leyenda de La Llorona, (un fantasma clásico de la Ciudad de México, que en sus apariciones grita ¡Ay, mis hijos!).









Fuente:Wikipedia

Los hijos de la Malinche, Octavio Paz http://detoro.files.wordpress.com/2008/04/malinche.pdf
Imagen: La Malinche de Rosario Marquardt, 1992